La prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) identifica los cambios precancerosos de las células del cuello uterino antes y con mayor precisión que la citología del Papanicolaou, según un estudio clínico divulgado hoy.
Lea también:Científicos descubren que una molécula puede alargar la vida hasta cinco años
El trabajo, publicado por la revista especializada JAMA, es obra de un equipo encabezado por la doctora Gina Suzanne Ogilvie, del Centro de Salud y Hospital de Mujeres de Vancouver (Canadá), que durante una década estudió los datos de unas 19.000 mujeres.
La investigación mostró que la prueba del virus del papiloma humano es más sensible que el Papanicolaou, una prueba ampliamente utilizada que durante décadas viene siendo el procedimiento estándar para prevenir la aparición del cáncer de cuello de útero.
El VPH es la infección de transmisión sexual más común entre las personas, cuyo sistema inmune suele eliminar el virus en el plazo de uno o dos años, pero cuando la infección persiste, puede derivar en lesiones precancerosas o incluso en tumores malignos.
El trabajo publicó en la revista especializada JAMA
Además, casi todos los casos de cáncer de cuello uterino se deben a infecciones causadas por el virus del papiloma humano.
A medida que los expertos han ido aprendiendo más sobre el papel del VPH en el cáncer de cuello uterino, ha habido más médicos que recomiendan a las mujeres someterse más a la prueba del VPH y menos a la citología, una prueba microscópica de células tomadas por raspado de la abertura del cuello uterino.
4. 200 mujeres morirán por esta enfermedad
Sin embargo, según Ogilvie, en lugar de descartarse el Papamicolau, esa prueba debe complementar a la prueba del papiloma.
El beneficio real de la prueba conjunta es junto con la prueba de VPH, dijo la también investigadora de la Universidad de la Columbia Británica, en Vancouver (Canadá).
Lea también:Fármaco en fase experimental frena la progresión del párkinson en ratones
La Sociedad Estadounidense del Cáncer calcula que se diagnosticarán este año unos 13.200 nuevos casos de cáncer de cuello uterino invasivo en Estados Unidos, y que cerca de 4.200 mujeres morirán por esta enfermedad.